12/13/2023. El océano es el mayor ecosistema del mundo y desempeña un papel vital al proporcionar un hábitat adecuado para millones de especies, incluidas las terrestres, regular el clima y garantizar las necesidades económicas, sociales y culturales de la población mundial a través de la inmensa gama de servicios ecosistémicos que presta al bienestar humano. Sin embargo, menos del 3% del océano está libre de la presión derivada de la actividad humana y estudios recientes (World Economic Forum y Ellen MacArthur Foundation) indican que, si se mantienen las tendencias actuales, en 2050 habrá más plástico que peces en sus aguas. Son cifras alarmantes que deben conducir a una actuación sistemática y eficaz para reducir la pérdida de biodiversidad y garantizar los medios de vida de las comunidades costeras que viven de la pesca y otras actividades relacionadas con los recursos marinos, incluidas las relaciones identitarias y culturales.
Por ello, la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS), especialmente comprometida con la conservación de la naturaleza, firmó el acuerdo de financiación de 2 millones de Euro a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) para el proyecto trienal "Closing the Caribbean Plastic Tap", que se desarrollará en las islas del Caribe Oriental de Antigua y Barbuda, Santa Lucía, Granada, San Vicente y las Granadinas, y San Cristóbal y Nieves. UICN, que desde 2014 trabaja en la investigación científica sobre la transformación y gestión sostenible del plástico, hará frente al problema de la contaminación de los mares al lado de importantes organizaciones internacionales y regionales, tal como la Organización de los Estados del Caribe Oriental, el Programa Ambiental del Caribe (PNUMA/PAC) y el Consorcio Bandera Azul del Caribe (BFCC por sus siglas en inglés).
Basándose en los prometedores resultados del proyecto global “Plastic Waste Free Islands” de la UICN, el cual terminó en agosto 2023, financiado por la Cooperación Noruega, la nueva intervención tiene como objetivo principal ofrecer soluciones prácticas y funcionales para tratar los polímeros reciclables y no reciclables. «Consideraremos todo el ciclo de vida de estos materiales, desde su llegada a la isla hasta su eliminación», explica Úrsula Parrilla, Directora Regional de la UICN para México, América Central y el Caribe. Por tanto, el proyecto “Closing the Caribbean Plastic Tab” busca promover el modelo de la economía circular, a través de acciones innovadoras y fácilmente replicables. En el caso de los plásticos reciclables, se fomentarán las buenas prácticas de reutilización para dar una nueva vida a los residuos y evitar que se dispersen en el medio ambiente. Para los plásticos no reciclables, en cambio, se identificará la tecnología o proceso más adecuado para su correcto tratamiento y eliminación a través de la herramienta "Deplastify", que proporciona a los gobiernos y organismos del sector medioambiental y de gestión de residuos datos y herramientas pertinentes a cada contexto nacional específico.
El sector privado desempeñará un papel esencial no sólo en la presentación de propuestas alternativas para reciclar o procesar el plástico, sino también en la creación de empleo en la gestión de residuos a través de un mecanismo de subvenciones para pequeñas y medianas empresas, especialmente lideradas por jóvenes y mujeres. Entre las posibles oportunidades de empleo en la economía circular, Úrsula Parrilla menciona «la recogida de botellas de plástico y redes de pesca para su reciclaje local, así como la producción artesanal de vasos de coco, platos de hoja de plátano y pajillas de bambú».
Para garantizar que estas acciones no queden aisladas, sino que formen parte de un marco legislativo nacional claro, se proseguirá el diálogo con los gobiernos para colmar las lagunas normativas en materia de gestión de residuos plásticos. Además, se aplicarán las recomendaciones presentadas con la iniciativa anterior sobre la prohibición de determinados materiales y el tratamiento de residuos. Finalmente, será crucial la implicación de la sociedad civil para que ésta se convierta en un agente de cambio activo y positivo. En particular, las mujeres, que son cabeza de familia en más del 50% de los hogares del Caribe, serán actores clave en el proceso: su liderazgo tiene, de hecho, «una gran influencia en la educación de la comunidad, en la organización de iniciativas de reciclaje como actividad generadora de ingresos y en la transición del consumo de los hogares hacia estilos de compra más sostenibles», explica Parrilla. «El problema de la contaminación está a la vista de todos, los isleños saben muy bien que sus vidas dependen de la salud del ecosistema que les rodea».
Por este motivo, la AICS reitera la importancia de salvaguardar los medios marinos y terrestres, garantizando por un lado la sostenibilidad ecológica, con la conservación de los recursos naturales, y por otro la sostenibilidad socioeconómica, a través del desarrollo sostenible de las comunidades locales.
“Closing the Caribbean Plastic Tap” contribuye a alcanzar los siguientes Objetivos de Desarrollo Sostenible: